Marcelino Medina González, Viceministro Primero de Relaciones Exteriores de Cuba se encuentra desde el primero y hasta el 6 de marzo de visita oficial en Canadá, donde ha tenido reuniones con la Cancillería en Ottawa, la capital canadiense, además de haber visitado y haberse reunido con altos funcionarios del Gobierno de Quebec. Recordemos que el 16 de marzo próximo Cuba y Canadá celebran 75 años de relaciones diplomáticas ininterrumpidas. Una amistad que perdura desde 1945, sobre todo teniendo en cuenta que Canadá y México fueron los únicos países del mundo que no cortaron sus relaciones diplomáticas con Cuba después de la revolución. En 1976, cuando el primer ministro de Canadá, Pierre Elliot Trudeau -padre del actual Primer ministro Justin Trudeau- viajó a Cuba, fue el primer dirigente de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, en visitar la isla después de la revolución en 1959. En ese momento Trudeau padre quería desmarcarse de la política exterior de Estados Unidos. Fue también una forma de reforzar la política emprendida por el entonces primer ministro de Canadá, John Diefenbaker en 1960, que se opuso al bloqueo estadounidense contra Cuba. Marcelino Medina González, Viceministro Primero de Relaciones Exteriores de Cuba y Sylvie Barcelo, Viceministra Primera del Ministerio de Relaciones Internacionales y la Francofonía (MRIF) de Quebec. (Cortesía de la Embajada de Cuba en Canadá) Mucha agua ha pasado bajo los puentes desde entonces y el actual presidente de Estados Unidos Donald Trump, embiste desde que llegó al poder contra el gobierno cubano y deshizo de un solo revés de la mano todo el trabajo de acercamiento entre ambos países, que había hecho su predecesor Barack Obama. Canadá, es cierto que no rompió relaciones diplomáticas con Cuba después de la revolución, pero se encuentra de alguna forma entre la espada y la pared en sus relaciones con Cuba, puesto que una gran parte del bienestar económico del país depende de sus relaciones comerciales con Estados Unidos. “Ser su vecino, es como dormir con un elefante. Por muy tierno y plácido que sea el animal, sufrimos con cada uno de sus movimientos” había dicho ya Pierre Elliot Trudeau durante su primera visita oficial a Washington en 1968. Es ese contexto que, 50 años más tarde, se encuentra el actual primer ministro Justin Trudeau en las relaciones Canadá-Cuba. El elefante sigue ahí y sus movimientos no son ni tan plácidos, ni tan tiernos. Uno de los primeros movimientos del actual jefe de la Casa Blanca fue romper el antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, con Canadá y México bajo el pretexto que no aventajaba a Estados Unidos. Comenzó entonces la ardua y espinosa negociación de un nuevo acuerdo que ya fue ratificado por el Congreso estadounidense el 20 de enero pasado y que ya había sido ratificado por el Senado mexicano el 13 de diciembre de 2019. Canadá no ha podido ratificarlo todavía porque se encuentra actualmente en una embarazosa situación de negociación con las Primeras Naciones que ha bloqueado y prácticamente paralizado todo el tráfico ferroviario de carga y pasajeros en todo el país. Este bloqueo tiene un importantísimo impacto en la economía canadiense. La presión política, económica y social sobre el Primer ministro es enorme. Todos esperan que esta situación se resuelva lo más pronto posible. Justin Trudeau y su gobierno minoritario no han tenido todavía la oportunidad de someter a votación en el Parlamento de Ottawa el nuevo acuerdo comercial firmado recientemente con sus socios norteamericanos. Es en este contexto que Marcelino Medina González, Viceministro Primero de Relaciones Exteriores de Cuba, hace su visita a Canadá. Conociendo ya la posición de la administración de la Casa Blanca sobre Cuba, le hicimos la siguiente pregunta: https://www.rcinet.ca/es/wp-content/uploads/sites/4/2020/03/viceminitro-11.mp3 Escuche la entrevista completa con Marcelino Medina González,