Un alma en Cristo

By: Un alma en Cristo
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  • La Asociación Grupo de María Auxiliadora les invita a escuchar los audiolibros de Un alma en Cristo. Los audios son mensajes de Cristo a un alma escogida, sus palabras son un testimonio del amor de Dios por los hombres. _Dios nos habla a todos y nos ama a todos por igual._ Jesús le dice: «Yo soy Dios de todos y para todos, jamás hablo solo para un alma, mis palabras son para todos mis hijos y me prodigo por doquier para aquel que quiera escucharme» 11 de enero de 1983
    Un alma en Cristo
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  • 178 EPÍLOGO UN ALMA EN CRISTO (1993) Libro 2
    Oct 10 2024

    Un alma en Cristo https://unalmaencristo.my.canva.site/redessociales

    🎧 Audio 178

    📕 Libro II Un alma en Cristo

    EPÍLOGO

    «Dios, que se sirve del lenguaje de los signos humanos para comunicarnos su Luz, de tal modo se hace condescendiente con nosotros, que se adapta a nuestros temperamentos y a nuestras necesidades particulares a la hora de escoger dichos signos. Lo hace para así llegar a nosotros con una certeza mayor.

    Para un hombre que tiene una fe pura y simple Dios se expresa con un lenguaje de signos externos que ponen su fe en vibración. Para una fe, que el racionalismo imperante ha convertido en excesivamente prudente y crítica, Él adopta un lenguaje más intelectual. Las visiones y revelaciones eran más numerosas para los místicos españoles del siglo XVI; pero, para llegar a las mentes modernas e influir en ellas, Dios perece dejar de lado el lenguaje de los signos externos extraordinarios para infundir su Verdad directamente en las almas. Por eso distribuye con más abundancia hoy día el don de una contemplación pura y simple. De este modo, la Misericordia Divina se hace más condescendiente y se pone a la altura de la pobreza espiritual de nuestro tiempo.

    La solicitud que Dios muestra abajándose a nuestro nivel, se pone de manifiesto con una delicadeza entrañable en las mismas intervenciones extraordinarias. Las mismas visiones y locuciones que imparte, revelan ciertamente su origen transcendente por el peso que comportan y por sus efectos; pero son tan sencillas, tan humanas, tan cercanas a nosotros por sus elementos constitutivos, que no nos asustan ni nos causan alarma alguna. A través de ellas y haciéndose muy humano, Dios se abaja y se acerca más al alma mostrándose a ella como Dios.

    Para revelarse a los hebreos, Dios se sirvió de la riqueza de sus símbolos particulares para así grabar sus enseñanzas en su alma. Pero a Bernadeta le habla en el patois de los pastores de Lourdes y le contesta así, en ese dialecto, su pregunta diciéndole que Ella es la Inmaculada Concepción.

    Lo divino y lo humano, lo transcendente y ordinario, están tan maravillosamente integrados en los fenómenos místicos extraordinarios, que la simple armonía resultante se vuelve señal inconfundible de su origen sobrenatural».(P. María-Eugenio del Niño Jesús, carmelita descalzo, en Soy hija de la Iglesia)Lector amigo, que has leído y considerado en tu meditación los dos volúmenes de esta obra, Un alma en Cristo, estas palabras de un sabio teólogo místico contemporáneo, ¿no te explican el tono de las locuciones de Dolores Avalos y el eco de verdad y amor que ellas inspiran en tu corazón?

    Un sacerdote amigo

    Grupo María Auxiliadora (1993). Un alma en Cristo Libro II

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    6 mins
  • 177 Un sueño que preocupa UN ALMA EN CRISTO (1993) Libro 2
    Oct 10 2024

    Un alma en Cristo https://unalmaencristo.my.canva.site/redessociales

    🎧 Audio 177

    📕 Libro II Un alma en Cristo

    12 de diciembre de 1993

    𝕌𝕟 𝕤𝕦𝕖ñ𝕠 𝕢𝕦𝕖 𝕡𝕣𝕖𝕠𝕔𝕦𝕡𝕒

    Estoy en oración en mi habitación. M., una señora amiga, me ha llamado para preguntarme acerca de un sueño que ha tenido. Ha soñado que un hermano suyo tenía cáncer. Ella teme asustar a su hermano si se lo dice; pero, si no lo hace, teme también que tendrá remordimientos por no habérselo advertido. Por eso me ha pedido que pregunte sobre ello al Señor.

    Amada hija mía M. Yo, tu Dios, te bendigo guarda mis Mandamientos en tu corazón y camina en mi santo Nombre. Te amo como jamás te ha amado nadie y guardo grandes gozos para tu alma. Mira, hija mía, lo que has soñado no es más que la inquietud que siente tu alma. Pero el alma entregada a Mí debe vivir de esperanza y amor a su Dios; no puede estar siempre sobresaltada pensando qué sucederá.

    Sé que, a través de tus sueños, algunas veces te ha sido revelado lo que iba a suceder, y dándote cuenta cuando ha pasado ya, te has sentido culpable de no haber hecho caso y de no haber impedido, de alguna forma, que sucediera lo que tú habías visto en sueños. Yo, amada mía, te digo que no podías haber impedido nada, pues todo ello debía pasar.

    Lo que sí puedes hacer siempre en estos casos es orar, y eso ya es mucho, pues de esta forma puedes obtener misericordia para ellos. A tu hermano, por tanto, no le digas nada, sólo ora para que Yo le ayude y lo atraiga hacia mi divino Corazón.

    Tú, hija mía, no puedes detener lo que a cada uno ha de venirle, ni puedes pasar tú los sufrimientos de los demás. Puedes sufrir con ellos, pero nada más. A cada uno le está asignada su Cruz y sólo él deberá cargar con ella. Tú, hija mía, sólo puedes orar y ofrecerme tus sufrimientos, que Yo acogeré con gran amor. Recuerda pues, hija mía, que, pase lo que pase, no debes sentirte culpable pues, aunque lo hayas soñado, no podrás detener el curso de las cosas. Tus revelaciones se te dan como una Gracia para que ores por las personas protagonistas de tu sueño y te ofrezcas por tus hermanos a tu Dios. Él está esperando tu entrega y ama tus sufrimientos. Él quiere que te mires en Él y Yo en ti. Ayudaré a todos por tu amor, hija mía.

    Grupo María Auxiliadora (1993). Un alma en Cristo Libro II

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    5 mins
  • 176 Matrimonios declarados nulos UN ALMA EN CRISTO (1993) Libro 2
    Oct 10 2024

    Un alma en Cristo https://unalmaencristo.my.canva.site/redessociales

    🎧 Audio 176

    📕 Libro II Un alma en Cristo

    5 de diciembre de 1993

    𝕄𝕒𝕥𝕣𝕚𝕞𝕠𝕟𝕚𝕠𝕤 𝕕𝕖𝕔𝕝𝕒𝕣𝕒𝕕𝕠𝕤 𝕟𝕦𝕝𝕠𝕤

    En oración en mi habitación. Un separado, que hace siete años lo dejó su mujer, se ha mantenido consecuente con su fe durante todo este tiempo, a pesar de que ha pasado momentos de mucha soledad. Ahora anda medio enamorado de una mujer también separada. Me contaba aquél, que un sacerdote le había dicho que por tres millones la Iglesia le podía anular su matrimonio. Yo no entiendo esta postura de la Iglesia. Pienso en el torero Paquirri que, habiendo estado casado y con dos hijos de su primera esposa, se ha casado luego por la Iglesia con la cantante Pantoja.

    Yo, Señor, le dije a ese separado que, siendo que la Iglesia anula los matrimonios por dinero, y ya que tú le dijiste a Pedro que lo que éste ate en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desate en la tierra quedará desatado en el cielo, yo me casaría, pues en este caso es la Iglesia quien habría de dar cuenta de mis actos, no yo. Creo que no le aconsejé bien. El caso es que ese hombre separado me ha pedido que te pregunte y que le transmita a él tu respuesta.

    Sonrío pues tu pregunta es aguda y directa. Yo te contestaré del mismo modo.

    He de decirte, mi bien amada criatura, cuán apesadumbrado está mi Corazón por tantos y tantos errores que, en mi santo Nombre, cometen los hombres, en este caso los eclesiásticos. En algunos casos sí que hay unas cláusulas, con las cuales estoy de acuerdo, para la declaración de nulidad del matrimonio. Lo malo es que utilicen esas cláusulas abusivamente para desobedecer mis Mandatos. En este caso es el hombre el que se engaña, no Yo. Tanto el que pretenda anular el matrimonio, estando enterado de que no existen dichos apelativos y que se trata sólo de un intento de engaño para suprimir un sacramento, como el cónyuge que aspire a ser liberado de dicho matrimonio, todos me habrán de dar cuentas, pues mi Ley no es Ley de hombres, sino de Dios. Todo el que la comprenda tendrá que ponerla en práctica y, de no ser así, me habrán de dar cuentas.

    Hija mía, mi Ley no se compra con dinero. Mi Ley no se vende. O se sigue dicha Ley, o se aparta uno de ella y, en este caso, me habrá de rendir cuentas.

    Hija mía, es cierto que le diste un mal consejo a ese separado. Tanto él como tú sabéis como mi Corazón sufre por tantos motivos; sobre todo por tantos pecados cometidos por mis consagrados. Todos ellos, cuando llegue el día de rendir cuentas, lamentarán el haber nacido pues, si hay algo con lo que soy severo, es con la Ley de Dios, con mi Ley. Si soy justo es porque hago respetar dicha Ley. No olvides, hija mía, que por ella cogí el látigo en el templo. Sólo he cogido el látigo para hacer respetar la Ley de Dios y la Casa de mi Padre. En el caso de esos matrimonios se violan las dos cosas: una es mi Ley y otra que quien la viola son mis sacerdotes en la Casa de mi Padre.

    Sé que muchos dicen: «Son leyes viejas, caducas. Ahora que se han puesto tan de moda las separaciones matrimoniales, hay que renovar la Iglesia, hay que hacer que ella siga adelante con los nuevos tiempos». Pero Yo les digo: Insensatos, ¿qué decís? La Iglesia no puede ser renovada en su contenido esencial, pues en lo intrínseco de su ser está Dios y su Ley de Amor y Misericordia.
    Esta Ley es para todos los tiempos; hasta que Yo venga. Sólo hay una Ley, como sólo hay un Dios. El hombre no debe olvidar esto.

    Por lo tanto, dile a ese separado que, aunque tampoco debe hacerlo, más le valdría que se juntara antes que violar mis Mandatos. Que debe pensar qué va a hacer y cómo. Pero en todo caso Yo le pediré cuentas; también puedo tener misericordia. Y tú, hija mía, guárdate de dar consejos semejantes. Sé que te indujo a hacerlo la pena de la soledad de ese separado. Pero es mejor estar solo que pecar. «Si tu mano te hace pecar, córtatela». ¿Comprendes, hija mía?

    Un alma en Cristo Libro II

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