Por definición, la moda es el estilo o los estilos que lleva la mayoría de la población en un momento dado. En otras palabras, lo que la mayoría de la gente viste en este momento, ya sea un color, un estampado, un corte o una silueta en particular, está "de moda". De esta manera, al revés de lo que se dice de la moda, ésta consiste más en encajar que en destacar. Enfatiza la identidad de grupo, haciendo destacar a aquellos grupos que tienen más poder o importancia social en el momento. La moda subraya y exterioriza el espíritu cultural del momento. Y al reconocer lo que está "de moda", las empresas pueden atraer mejor a su público y obtener ganancias. Parece, de esta manera, que las empresas de moda deberían ser simplemente observadoras del presente para garantizar su viabilidad permanente. Sin embargo, no es tan sencillo en una industria en la que es necesario definir lo que se va a producir dos años antes de que llegue el producto. Esto requiere que las empresas se adelanten constantemente a las posibles tendencias sociales para poder ofrecer estilos adecuados. Los expertos en análisis de tendencias ayudan a facilitar este proceso, y se han vuelto muy sofisticados en la extracción de datos para hacerlo, aunque siguen siendo víctimas de las pandemias mundiales de salud y de la madre naturaleza. Pero hay otra herramienta interesante en juego, y es el papel de la mercadotecnia a la hora de vender una tendencia en particular. Comienza en el espacio de negocio a negocio, o business to business, en donde las fábricas venden a las marcas las telas y materiales que determinan que estarán "de moda", las marcas entonces venden a los compradores minoristas las prendas confeccionadas con esas telas en las ferias o en las pasarelas, y luego los minoristas venden a los clientes esos mismos looks. En resumen, es la industria de la moda, en general, la que vende a la sociedad lo que estará "de moda". Transcripción completa disponible: FCNewsBytes.com Learn more about your ad choices. Visit podcastchoices.com/adchoices