La fe es la creencia, confianza o asentimiento de una persona en relación con algo o alguien y, como tal, se manifiesta por encima de la necesidad de poseer evidencias que demuestren la verdad de aquello en lo que se cree. La palabra proviene del latín fides, que significa ‘lealtad’, ‘fidelidad’. Muchos se preguntan para qué sirve la fe y cuál es su importancia. Lo primero es comprender que la fe es un valor protagónico en la vida humana, y no solo en relación con los sistemas de creencias religiosas.
Desde el punto de vista antropológico, la fe puede comprenderse como la confianza que se deposita en alguien para que se haga digno de esa fe.
Vista así, la fe es el principio mediante el cual el ser humano establece relaciones con otros, sea que se trate de otros seres humanos o de una entidad superior.
La fe es el principio de toda relación interpersonal. Y de hecho, la aplicamos más de lo que creemos. Cuando al conocer a alguien nos dice su nombre, edad y oficio, "damos fe" a sus palabra, a lo que esa persona revela de sí misma, a partir de lo cual se establece una relación.
Pero como esto aplica en nuestra relación con Dios y como las iglesias le dan mal uso a este concepto. De esto hablamos hoy en el podcast.