Cómo no acordarse de canciones como “Antioqueñita”. “Pueblito Viejo”, “Muy Colombiano” y otras tantas que evocan a los abuelos, el campo, la identidad colombiana y la cultura. En la voz de una niña, en Inspiración Comfama volvimos a vivir estas melodías.
En el programa participó el aliado Colombia Canta y Encanta, una corporación que nació en las montañas cafeteras del Suroeste de Antioquia y trabaja por cultivar el amor por la música colombiana. Ellos llevan varios años caminando con Inspiración Comfama y han podido llevar sus experiencias a entornos educativos.
La experiencia estuvo acompañada por dos maestros de canto y por una cantante, una niña quien interpretó varias canciones. El aliado propuso la música en tres momentos o fases.
La primera se trata de vivir la música para divertirnos y disfrutar de ella. El programa fue la oportunidad para atreverse a cantar karaoke en familia, entre amigos o solos. El segundo momento es la música como una herramienta para despertar emociones. El aliado expresó que una canción acompaña todos los momentos de la vida como los alegres o aquellos que no lo son tantos, recuerda a personas y sucesos. El tercero, finalmente, es ver a la música como una forma de descubrir talentos propios.
En la reflexión se propuso pensar en la capacidad de hallar los talentos de cada persona a través de la inspiración. Además se dejó la invitación para conocer un poco más la música colombiana, y como reto, quedó convertir la sala de la casa, el salón de clases o la oficina en un verdadero teatro para divertirse, sentir y descubrir talentos por medio de la música.