Las creaciones literarias ambientadas tanto en el ámbito rural como urbano son muy parejas. Ya no existe ese predominio en que una estaba sobre otra y viceversa. Pienso amigos y amigas internautas de nuestras "Letras Encadenadas". Además, tanto en los pueblos como en las ciudades la vida con en si los mismos quehaceres, pero con diferentes costumbres han cambiado bastante. En el caso de los pueblos les pongo el ejemplo del lenguaje. Afortunadamente ya no existe esa peculiar forma de hablar en el que se abreviaban las palabras y comían las letras. Esto era muy propio de la incultura, de la propia ignorancia debido principalmente a que por desgracia los niños y las niñas iban muy pocos años a la escuela. Antes de la edad adolescente, y en algunos casos ya inmersos en ella sus progenitores interrumpían su etapa escolar debido a que tenían que ayudar en el mantenimiento de su casa trabajando en oficios impropios para ellos y ellas. Todos los miembros de la familia tenían forzosamente que trabajar para no pasar necesidades. Otro aspecto en que se nota el «cambio» es en las propias costumbres. Aunque se puedan conocer más o menos todos los vecinos de esa población con más o menos 1.000 habitantes ese cuchicheo y hocicamiento de estar más pendiente de la vida del otro que la del uno mismo ya no existe. Ese deporte tan hispano como es el cotillear creo que ¡por fin! Ha desaparecido. Ahora existe más individualismo. Uno mira más para dentro de su casa que para fuera. Más o menos existe esa buena vecindad, pero hasta el felpudo. Después cada uno en su casa y Dios en la de todos. El muy excelente escritor JOSÉ RAMÓN AYLLÓN GUERRERO sitúa su sensacional novela "CASTILLO DE FUEGO" en un pueblo del Aragón profundo, que estaría alejado de la gran ciudad de Zaragoza, de la mediana Huesca o pequeña Teruel. La ha editado fenomenalmente bien la excelente Atlantis Ediciones. "CASTILLO DE FUEGO" es el típico paradigma de la vida en la «España vaciada» de otra época. Esto a pesar de las décadas ha existido no solo desde los tiempos del desarrollismo franquista, sino cuando las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, Bilbao, Valencia, Sevilla comenzaron a crecer. Se puede decir que la despoblación ha sido constante, el que ahora se vuelva a revivir es algo que no sorprende- a mi no desde luego-a casi nadie, porque ha existido prácticamente siempre. Lo que percibimos, lo que imaginamos leyendo es un reflejo exacto de la existencia y hábitos de una población enmarcada en un tiempo no tan excesivamente pretérito. Para ello JOSÉ RAMÓN AYLLÓN GUERRERO realiza un gran y excelente ejercicio de fidelidad. No nos dice el tiempo en que sus personajes: Felisa, Gregorio, la joven con que hace amistad, Gregorio, Jacinta, Ezequiel, Dolores, Cristóbal, Pascual...vive. Eso es algo que el propio lector-a debe de intuir o adivinar. "CASTILLO DE FUEGO" es una narración netamente realista, porque expresa la cotidianeidad de la gente. Observamos ese típico lenguaje que en las grandes ciudades chocaba tanto, que hasta servía de sarcasmo y divertimento. También de grosería y de crueldad. Cuando seguramente para los finolis que se reían por resultarle paleto e ignorante eran ellos más que... Todo es muy de pueblo. Desde los propios nombres. JOSÉ RAMÓN AYLLÓN GUERRERO hace una soberbia descripción del papel de la mujer en esa época atemporal. Ella tenía muchísimas obligaciones y poquísimos derechos. Donde la decencia tenía que estar por encima de todo. Por eso su intimidad tenía que estar oculta, y si por un casual ocurría algún desliz habría que demostrar, pues... Todo tenía que estar muy bien cubierto por la manta de la apariencia. Es muy posible que haya habido lectores y lectoras, que se hayan preguntado quién es el auténtico "CASTILLO DE FUEGO". Para mí es el propio hábitat, la población en sí donde encontramos al genuino «deporte nacional» del que en otras líneas me he referido antes. El amor en algunas de sus formas, la violencia contra todo ser vivo, la amistad, solidaridad y generalidad. Aun en los pequeños núcleos de población hay personas de toda edad y condición. La lectura es entretenida y sencilla. Para los-las lectores-as de cuarenta años para bajo les resultará a lo mejor «gracioso» el que se hable así. El ritmo es de mucha fluidez y vitalidad. Con respecto al estilo es netamente cercano y coloquial. La principal protagonista es la que va narrando los diferentes aconteceres de unos personajes soberbiamente construidos y que da a la novela intriga e incertidumbre. Es una narración en 1ª. persona. Yo por tanto se le aconsejo, porque van a percibir esa negritud que existe en la España «que dicen vaciada». «De charango y pandereta, cerrada y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y alma quieta...». A tenor de lo expuesto "CASTILLO DE FUEGO" de JOSÉ RAMÓN AYLLÓN GUERRERO. ATLANTIS Ediciones tiene un muy ...
