Con tanta información sobre cómo cuidar nuestra salud y cómo alimentarnos, a menudo surgen preguntas como “la sal es buena o mala?” La verdad es que la sal es buena para la salud en cantidades mucho más pequeñas de las que nos imaginamos, independiente de si se trata de la sal rosa del himalaya u otra sal saludable para cocinar. Está claro que en una batalla de sal marina vs sal de mesa, ganará la sal marina. Sin embargo la sal de marina, beneficios de la misma y sus efectos secundarios leves en comparación con los de la sal común, no pueden prevenir la deshidratación que ocurre en nuestros cuerpos al consumir la sal. Lo mismo vale para la sal de himalaya, propiedades de la misma y sus beneficios para la salud. La sal deshidrata las células de nuestro cuerpo y si no nos hidratamos a nivel celular, nuestros problemas de salud pueden empeorar y convertirse en enfermedades crónicas Normalmente no nos damos cuenta de esto hasta que los síntomas de deshidratación son tan graves que no se pueden ignorar. La verdad es que el simple hecho de que tengamos sed, significa que estamos deshidratados. Los únicos que son conscientes de la cantidad de sal consumida a diario son los pacientes con hipertensión. Según la información de Anthony William, Medical Medium, las personas que sufren de enfermedades autoinmunes y otras enfermedades crónicas también deberían prestar mucha atención al consumo responsable de la sal. Se habla mucho sobre la inflamación en relación con las enfermedades crónicas y cómo controlarla reduciendo alimentos procesados y otros alimentos inflamatorios. Sin embargo, casi nadie se da cuenta de que la sal debería estar en la lista de alimentos problemáticos, ya que un cuerpo deshidratado no puede luchar contra ninguna enfermedad crónica. Te contamos todos los detalles de la información Médico Médium en español sobre la sal, la deshidratación y cómo contribuyen a los problemas crónicos de salud.